Básicamente, salvo algunas excepciones, hay tres pasos fundamentales que debemos cumplir para conseguir emulsiones estables y con óptima calidad:
- Calentamiento de las fases a una temperatura media comprendida entre 70-75º C.
- Adición de la fase acuosa sobre la oleosa en pequeñas porciones.
- Agitación hasta enfriamiento.
Estamos suponiendo que nuestra emulsión tiene una adecuada composición en cuanto a tensioactivos, fase acuosa y fase oleosa.
En este vídeo pueden ver más detalles.